Borges y Vargas Llosa : una entrevista historica

   «Es tan triste el amor a las cosas; las cosas no saben que uno existe».

   Jorge Luis Borges

   Borges es un escritor que siempre le gustó lo simple, no necesitaba mucho para vivir, y eso se comprobó un día cuando Vargas Llosa fue a visitarle en la Argentina para hacerle una entrevista, sobre la cual, Vargas Llosa escribió lo siguiente:

   «Vive en un departamento de dos dormitorios y una salita comedor, en el centro de Buenos Aires, con un gato que se llama Beppo (por el gato de Lord Byron) y una criada de Salta, que le cocina y sirve también de lazarillo. Los muebles son pocos, están raídos y la humedad ha impreso ojeras oscuras en las paredes. Hay una gotera sobre la mesa del comedor».

   Al leer esto podemos entender la humildad con la que Borges vivía y escribía. Borges sinceramente no le interesaba tener de todo ni le tenía amor a las cosas, como podemos  leer en el escrito inicial, todo lo valioso para él se hallaba en otras cosas: los libros. No obstante, que Vargas Llosa escribiera sobre la forma en que él vivía, lo sorprendió. Borges, cuando la entrevista se hizo pública, fue un hecho que lo avergonzó profundamente y lo indignó, aunque, por la propia personalidad de Borges, este simplemente lo toma a broma cuando un periodista le preguntó sobre la visita del escritor peruano que era muy admirador suyo y, ante esta pregunta, Borges enseguida responde:

   «Ah, no sabía que era escritor; supuse que era un agente inmobiliario».

   Y es que la entrevista se había ido por otro caudal y no era ninguno referente al plano literario.

   En la entrevista, Vargas Llosa se encontró totalmente sorprendido de la forma en que vivía uno de los más grandes exponentes literarios latinoamericanos; y ya no solo era por la gotera o los muebles viejos, sino por la biblioteca, y es que en ella no había ningún libro que hubiere escrito Borges o alguno que hablara sobre él, y cuando Vargas Llosa le pregunta sobre por qué no hay ningún libro suyo, Borges responde:

  «Cuido mucho mi biblioteca. ¿Quién soy yo para nombrarme junto a Schopenhauer o Cervantes?»

  Como escritor, una de las cosas que más me daría orgullo es mostrar mis obras y tenerles bien expuestas en mi biblioteca, es por ello que no juzgo en nada a Vargas Llosa y a su sorpresa. ¡Yo también me sorprendería!

  Vargas Llosa simplemente fue víctima de un ser humano excepcional, alguien realmente admirable. Aunque disto con Vargas Llosa en muchos temas, con este no lo puedo juzgar. Borges era un escritor afamado en todo el mundo, un genio que pudo usar su nombre para hacerse de grandes cantidades de dinero, bien pudo codearse con reyes, como sí terminó haciendo Vargas Llosa, por ejemplo, pero eso no le importaba. Borges resultaba ser extraordinario y excéntricamente humilde.

  Borges, por mucho tiempo, rechazó completamente cobrar a periodistas por darles una entrevista, lo rechazó puesto se le hacía absurdo que le pagaran por ello; finalmente, luego de tanta presión por parte de sus cercanos para que cobrara las entrevistas, este termina aceptando cobrar por ellas. De manera que, cuando un grupo de periodistas lo fue a entrevistar, este les advirtió que cobraría por ello; los periodistas, ya con chequera en mano, se dispusieron a escuchar cuánta era la suma por entrevistar al gran maestro literario, a esto Borges les termina diciendo: «1 dólar».

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