Martti Pärssinen, arqueólogo: "Hemos encontrado una antigua civilización amazónica que tuvo un millón de habitantes"

  • La deforestación ha dejado al descubierto cientos de geoglifos que habían permanecido ocultos durante siglos por los árboles
  • Su descubrimiento ha revolucionado la percepción sobre la mayor selva del mundo, obligando a replantear muchos conceptos

Históricamente, siempre existió la creencia de que la Amazonía era una tierra virgen, en la que la huella humana no pasaba de ser casi anecdótica, limitada a la ribera de los grandes ríos que dan forma a esta inmensa región. Sin embargo, hace dos décadas, en el corazón de Brasil la deforestación dejó al descubierto cientos de geoglifos que habían permanecido ocultos durante siglos por los árboles, y que evidenciaban la existencia de una civilización milenaria, con un desarrollo cultural y tecnológico muy avanzado.

Los primeros geolifilos se decubrieron en 1977. No obstante, después de 20 años trabajando sobre el terreno, el arqueólogo finlandés Martti Pärssinen demostró, junto con el paleontólogo y geógrafo brasileño Alceu Ranzi, que se trata una antigua cultura amazónica que ellos denominaron Aquiry, y que habitó en la región de Acre entre el 700 a.C. y el 900 d.C. Durante su etapa de mayor esplendor, hace aproximadamente 1.900 años, se convirtió en una de las grandes civilizaciones del continente americano, con más de un millón de habitantes, aunque apenas se han encontrado restos arqueológicos más allá de estos centros ceremoniales en forma de geoglifo y la red viaria que los comunicaba.

El descubrimiento de esta civilización antigua ha revolucionado la percepción que se tenía de la selva más grande del mundo, obligando a replantearse muchos conceptos sobre ella; no solo históricos, sino también relacionados con el impacto del cambio climático. Pärssinen, que también es antropólogo e historiador reconocido a nivel internacional, ha participado esta semana en un acto organizado por la Casa de América, para hablar no solo de la civilización Aquiry, sino también de la grave amenaza que supone la deforestación de la selva amazónica, ya que está destruyendo vestigios arqueológicos de valor incalculable y poniendo en riesgo un ecosistema de vital importancia para el clima del planeta.

Martti Pärssinen, arqueólogo finlandés.

 

El arqueólogo, antropólogo e historiador finlandés Martti Pärssinen. CASA DE AMÉRICA

PREGUNTA: ¿Desde cuándo lleva habitada la selva amazónica?

RESPUESTA: Desde que aparecen los primeros pobladores, hace aproximadamente 10.000 años, hay una cronología que continúa hasta hoy. Pero al principio hubo unos intervalos de entre 500 y 1.000 años de diferencia, hasta que hace 4.000 años las acumulaciones de restos humanos, como por ejemplo carbón, empezaron a ser continuas, y hace 2.500 años aparecieron los primeros geoglifos, los primeros centros ceremoniales. Luego, estos centros experimentaron un boom y aparecieron miles de ellos, en un área de más de 100.000 kilómetros cuadrados. Después, más o menos sobre el año 900 d.C., dejaron de construirse.

A partir de entonces, hay un intervalo de 200-300 años y aparecen montículos, unos pueblos con varios montículos alrededor de una plaza, pero estos son ya asentamientos. Los geoglifos eran centros ceremoniales que no estaban habitados permanentemente. Eran sitios donde se invitaba a gente para festejar, hacer negocios, bailar, hacer deporte…

P: Si han aparecido miles de geoglifos, hablamos entonces de una civilización con una población muy importante…

R: Exacto. Cuando estudiamos los primeros restos arqueológicos, pensábamos que se trataba de una población de aproximadamente 60.000 personas, pero ahora hemos avanzado en las investigaciones, utilizando imágenes satelitales y tecnología LiDAR, un sistema aéreo de detección que sobrevuela el bosque y podemos ver lo que está debajo. Así hemos encontrado miles de estas estructuras, por lo que hemos calculado que esta civilización tenía más de un millón de habitantes.

Geoglifos en la selva brasileña.

 

Geoglifo de Tequinho, en el estado brasileño de Acre. MARTTI PÄRSSINEN

P: Coincidiendo con ese año 900, que es cuando se abandonan los geoglifos, ¿hubo un declive de la civilización Aquiry?

R: Cuando digo que hubo más de un millón de habitantes, hablo del año 150, porque aproximadamente en esta fecha hemos notado que el 70% de estos centros ceremoniales estaban siendo utilizados al mismo tiempo. Por eso calculamos que fue entonces cuando se produjo el momento de mayor esplendor de esta civilización, su apogeo. Cuando pasaron los siglos, el número fue disminuyendo, y los geoglifos se fueron abandonando, hasta llegar al año 900, que se abandonaron definitivamente.

“No sabemos por qué desapareció la civilización Aquiry. Es una incógnita para nosotros.“

Pero no sabemos lo que pasó. Es una incógnita todavía para nosotros, y no hemos tenido muchas posibilidades de estudiarlo, porque nos hemos centrado primero en conocer mejor lo que era esta civilización. Todavía nos falta hacer más investigación, porque cuando hemos hecho escaneos con el sistema LiDAR hemos notado que también hubo otro tipo de obras constituidas únicamente por terraplenes; también estructuras redondas, cuadrangulares y de otras formas geométricas, pero sin zanjas, por lo que son más difíciles de detectar a través de estudios satelitales. Para eso se necesita otro tipo de tecnología.

Hemos comprobado que existen estas obras de tierra, pero no las hemos estudiado en profundidad, y puede ser que expliquen el vacío de 200 – 300 años que hay entre el abandono de los geoglifos y la aparición de estos pueblos con montículos.

P: ¿Tenéis ya alguna teoría?

R: No, de momento ninguna. Pero es un poco como lo que sucedió con la civilización maya, y también en los Andes, con las civilizaciones tiahuanaco y wari, que desaparecieron en la misma época. Hay varias teorías para intentar explicar por qué lo hicieron al mismo tiempo. Por eso es demasiado pronto para empezar a dar explicaciones y hay que estudiar más.

Imagen satelital de los geoglifos amazónicos.

 

Imagen satelital de los geoglifos amazónicos obtenida mediante tecnología LiDAR. M. PARSSINEN, R. KALLIOLA y F. DE NOVAES - RURALTECH

P: ¿Qué crees que es lo más importante de la civilización Aquiry?

R: Lo primero que hay que recordar es que hace 20 años, casi todos los investigadores pensaron que la mayor parte de la Amazonía era tierra virgen, y que la población únicamente se concentraba en la orilla de los grandes ríos, mientras que los grandes espacios de tierra firme, las zonas interfluviales, estaban vacíos, y solo recibían la visita esporádica de algunos cazadores y recolectores. Pero ahora hemos encontrado una civilización dentro de la selva tropical, y sabemos que hubo miles de centros ceremoniales con un sistema de caminos para acceder a ellos.

También hemos averiguado que ellos cultivaron vegetales como el maíz o la calabaza, y que también domesticaron varias especies de palmeras, castaños y otras muchos árboles que crecen en la Amazonía, y que se creía que eran silvestres, pero ahora sabemos que muchos de ellos fueron domesticados o semidomesticados.  

“Los hallazgos cambian todo el conocimiento que tenemos sobre la Amazonía, porque ya no podemos hablar de selva virgen“

Los hallazgos cambian todo el conocimiento que tenemos sobre la Amazonía, porque ya no podemos hablar de selva virgen. Y además afecta mucho a la biodiversidad, porque hay que tener en cuenta que todos los modelos de clima global se basan en la idea de que la Amazonía era tierra virgen, prácticamente inalterada por la acción del ser humano, pero eso también está cambiando, y hay que tenerlo en cuenta a la hora de realizar los cálculos globales. La Amazonia es un área de más de 6 millones de kilómetros cuadrados, y tiene un efecto muy importante en el sistema climático mundial.

Hay una cosa muy importante que aprendimos cuando analizamos estas piezas de carbón que hemos recogido con una cronología de 10.000 años, y hemos analizado no solamente la fecha en la que fueron quemadas, sino también de qué tipo de vegetación provenían. Hemos comprobado más de 160 piezas mediante radiocarbono y análisis de isotopos de carbono 13, y hemos notado que todos excepto uno son de vegetación tropical, mientras que una era de vegetación de sabana, y proviene de una cerámica que probablemente contenía maíz, que es una planta de sabana. Esto significa que toda esta área era de selva tropical durante estos 10.000 años, pero durante los últimos 50 años se ha convertido una parte en sabana, y además se han introducido plantas de África y vacas de la India. En los últimos 50 años, el ecosistema se ha cambiado totalmente, porque las grandes poblaciones anteriores cuidaban la selva. Para ellos era vital. Su manera de vivir era hacerlo junto a la naturaleza.

Geoglifos en la selva del Amazonas.

 

Geoglifos de Fazenda Colorada. MARTTI PÄRSSINEN

P: ¿Cómo construyeron estas estructuras en mitad de la selva?

R: Cuando comenzamos a encontrar estos geoglifos y sistemas de caminos, pensamos que como ellos no tenían metales ni piedras, era más fácil construir en áreas donde no había bosque, en sabanas, pero hemos confirmado que esto no es así. Ellos primero abrieron claros utilizando fuego, y luego construyeron allí los geoglifos. Aunque hay que dejar claro que nunca talaron o quemaron bosque a gran escala, y siempre protegieron el sistema natural, el ecosistema tropical.

P: En cambio, ahora la amenaza de deforestación en la Amazonía es crítica...

R: Exacto. Por ejemplo, todo el área alrededor de Rio Branco, la capital de Acre, es ya sabana, y la deforestación está avanzando. Las imágenes satelitales muestran como la tala de árboles está avanzando, y eso que actualmente no se tala mucho, porque está prohibido, pero se quema, porque así nadie puede decir quién lo ha quemado. La deforestación va a afectar mucho a asuntos climáticos, porque la Amazonía está dejando de ser un sumidero de carbono, que es muy importante para el clima, ya que los bosques tropicales purifican el aire mundial.

“Los que cultivan soja y caña de azúcar, se molestan cuando hay geoglifos, y utilizan excavadoras y tractores para destruirlos.“

Pero ahora están talando los árboles y están convirtiendo la selva en áreas de pastoreo, con millones de vacas que vienen de la India, y también se está empezando a cultivar soja y caña de azúcar. Los que cultivan estos productos, se molestan cuando hay geoglifos, que son zanjas de varios metros de profundidad, y utilizan excavadoras y tractores para destruirlos, por lo que se está perdiendo patrimonio mundial antes de que podamos estudiarlo.

P: ¿Cuál era la función de los geoglifos? ¿Era exclusivamente ceremonial?

R: Hemos realizado ya varias campañas arqueológicas en estos geoglifos y hemos constatado que no hay marcas habitacionales. Cuando alguien vive mucho tiempo en un área, se acumula basura, y se forman montículos, pero allí no hay. Además, la cerámica que hemos encontrado siempre es ceremonial, lo que significa que estos centros eran un tipo de urbanismo en el que jefes y chamanes invitaban a la gente a comer, beber, bailar, practicar deportes como el atletismo… Los que podían organizar mejores fiestas conseguían prestigio, y ellos no acumularon bienes materiales, sino que los consumieron, convirtiendo esta riqueza en un poder simbólico.

P: Además de geoglifos, ¿qué habéis encontrado?

R: No hemos encontrado aún asentamientos de esta época. Probablemente, había casas individuales distribuidas alrededor de estos centros ceremoniales, pero no dejaron huellas. Solamente cuando termina la época de Aquiry, aparecen nuevos asentamientos, distribuidos como pueblos alrededor de una plaza. Si las casas están alrededor de una plaza, es más detectable desde el aire, pero si están esparcidas por todas partes, es imposible detectarlas; distinguir qué pequeño montículo es natural o artificial, qué huellas pertenecieron a una casa... A diferencia de los geoglifos, que son zanjas de varios metros de profundidad y se ven desde el cielo. Esa es la situación hoy, pero seguramente en el futuro se va a encontrar explicación de dónde vivieron.

P: ¿Queda aún mucho por descubrir en la Amazonía?

R: Seguro que sí. Hasta no hace mucho, en la década de 1990, la arqueóloga Betty Meggers, que era una autoridad del Smithsonian Institution de Estados Unidos, dijo que en toda la Amazonía vivían en la época precolombina entre un millón y dos millones de personas, pero ahora hemos estudiado un área que representa entre el 2% y el 3% de la superficie total, y ya hemos encontrado casi lo mismo. Cuando pensamos que aún tenemos un 97% sin analizar, estoy bastante seguro de que esta cifra va a aumentar y mucho, especialmente cuando la tecnología LiDAR se desarrolle aún más, siga abaratándose y todos los arqueólogos puedan utilizarla.

Se han descubierto cientos de geoglifos en la Amazonía de Brasil y Bolivia. MARTTI PÄRSSINEN

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