El casco histórico de Toledo esconde una mezquita milenaria con una historia forjada por las llamas. Tras una década de silencio, vuelve a estar abierta al público y custodia una exposición fascinante.
En el tejido de calles empedradas que construyen el casco histórico de Toledo, abrazado por murallas que doblan su altura en el espejo del Tajo, aguardan auténticos tesoros de tiempos remotos. Las huellas romanas, árabes y medievales caminan, casi invisibles, por sus lienzos repletos de historia, mientras la vida cotidiana se abre paso en forma de colores, sonidos, aromas…
Es un complejo entramado que se descifra prestando atención a los detalles y deteniendo la mirada en los recovecos que tienden a pasar desapercibidos. Uno de esos rincones escondidos en el corazón de Toledo se encuentra entre la calle de Tornerías y la plaza de Solarejo. Se trata de una antigua mezquita que ha permanecido cerrada al público durante más de 10 años y que ahora, por fin, puede visitarse. Es la Mezquita de Tornerías, una joya con un enorme valor arqueológico que nos permite indagar en la historia de la Ciudad de las Tres Culturas.
La Mezquita de Tornerías. | Foto: David Blázquez
Se considera una de las mezquitas mejor conservadas de Toledo, junto con el templo del Cristo de la Luz, que cuenta con una mayor consideración dentro de los monumentos hispanomusulmanes de la ciudad. No obstante, la Mezquita de Tornerías es anterior, puesto que, según se estima, su construcción data del siglo IX. Además, la Mezquita de Tornerías tiene una curiosa singularidad: presenta dos plantas diferentes.
A pesar de las numerosas excavaciones y el minucioso proceso de restauración que ha insuflado una nueva vida al conjunto, este sigue envuelto en un halo de misterio. La incógnita ya está presente en los yacimientos arqueológicos que se hallaron en sus cimientos, en la planta inferior. Inicialmente se clasificaron como arcos romanos, pero más adelante se concluyó que pertenecían a una estructura de la época visigoda.
La basílica visigoda, erigida en torno al siglo VII, cuenta con una nave central y otra lateral. Sus cuatro arcos de herradura y sus respectivos pilares, que se hunden en la tierra hasta alcanzar la roca madre, conforman el esqueleto de la posterior mezquita, la cual ocupa la segunda planta del edificio.
Detalles de la mezquita. | Foto: David Blázquez
En el aspecto exterior de la mezquita afloran varias transformaciones que ha sufrido a lo largo del tiempo. Por ejemplo, cabe destacar la ausencia de una torre que la coronaba en el pasado, así como los cambios que experimentó la fachada a raíz de un incendio producido en el año 1467, cuyos rastros aún se pueden observar en varios puntos del edificio. La destrucción de las poderosas llamas también hizo que tuvieran que reconstruir el mihrab, que renació de sus cenizas con una traza más monumental.
Al penetrar en la mezquita de planta cuadrada, sorprende el bosque de columnas y arcos que enmarcan un espacio donde el tiempo parece haberse detenido. Lejos del bullicio de la calle y los estímulos de la realidad cotidiana, pasear la mirada por este crisol de luces y sombras permite respirar aires antiguos y escuchar las historias de la piedra, un susurro que se funde con el viento que se cuela entre las hermosas bóvedas de la mezquita.
Exposición sobre el damasquinado en la Mezquita de Tornerías. | Foto: José Ramón Márquez (JCCM)
El año 2025 marca la reapertura de la Mezquita de Tornerías, tras un periodo de más de diez años en el que no era posible visitarla. Asimismo, entre el 10 de abril y el 10 de julio de 2025 este espacio con un gran potencial para acoger eventos culturales albergará una exposición muy especial: «El fascinante arte del damasquinado: entre Eibar y Toledo».
Dicha exposición nos guía a través de una serie de objetos bellamente adornados para comprender el asombroso arte del damasquinado, una labor artesanal que se basa en incrustar filamentos de oro y plata en piezas de hierro o algún otro metal. Los resultados son auténticas obras de arte que relucen con una decoración refinada, creativa y repleta de detalles extraordinarios.
Piezas de damasquinado que se pueden observar en la exposición. | Foto: José Ramón Márquez (JCCM)
Instalada en una arquitectura tan significativa como la de la Mezquita de Tornerías, donde los periodos históricos se complementan, se funden y se reinventan, la muestra de obras de damasquinado erige un puente entre el pasado y el presente del oficio. De forma similar, explora las aportaciones de dos ciudades estrechamente ligadas al damasquinado: Toledo y Eibar.
Al fin y al cabo, la tradición y el arte configuran la identidad cultural e histórica de un país cuyas obras han brillado tanto dentro como fuera de sus fronteras. Ya sean antiguos arcos de piedra que esperan a ser desenterrados, templos escondidos en los claroscuros de sus propias bóvedas o delicadas piezas engarzadas en destellos de oro y plata, a veces los cofres más discretos ocultan los tesoros más preciados.
Artículo escrito en colaboración con la Mezquita de Tornerías.
...parvenir à identifier les fouteurs de merde qui, sous des pseudonymes divers et variés s'amuse Lire la suite
Il est à la fois grotesque et ridicule d'accuser Fondas de ne montrer que "80 personnes sur 120.0 Lire la suite
...semble avoir été dénoncé par Fanon lui-même quand il écrivait à l’adresse des Mquais (7ans apr Lire la suite
...et avoir des débats sereins, sans siyaks interminables et ruses de certain voulant montrer qu’ Lire la suite
Les Seychelles comptent 120 000 habitants. Or sur les photos on identifie :
Lire la suite